Los pies infantiles crecen rápido, a veces más de medio número en apenas dos meses.
Un calzado inadecuado puede provocar molestias, roces o incluso deformaciones.
Por eso, en Patukines te enseñamos cómo detectar cuándo ha llegado el momento de cambiar de talla.
1. Señales claras de que el zapato se ha quedado pequeño
- El niño se queja de que le aprietan.
- Los dedos marcan la puntera.
- Aparecen rojeces o rozaduras.
- Se niega a ponerse sus zapatos habituales.
2. Cómo medir correctamente el pie
- Coloca el pie del niño sobre una hoja de papel.
- Marca el talón y el dedo más largo.
- Mide la distancia en centímetros.
- Añade 0,5–1 cm para dejar espacio de crecimiento.
3. No esperes “a que se le note”
A veces el calzado parece servir, pero ya es justo.
Comprueba la talla al menos cada 2–3 meses, especialmente en etapas de crecimiento rápido.
4. Qué pasa si el zapato es grande
Un zapato demasiado grande puede ser tan perjudicial como uno pequeño.
Provoca torpeza al andar, caídas y deformación del calzado.
5. Cuida el momento de la compra
Mide los pies al final del día (cuando están más dilatados) y con el mismo tipo de calcetines que usará normalmente.
6. Guarda sus zapatos anteriores
Si el calzado sigue en buen estado, guárdalo como referencia o para hermanos menores.
Evita heredar zapatos muy usados: cada pie deja su forma.
Conclusión
Revisar la talla del calzado infantil regularmente es una forma de cuidar su desarrollo.
Un zapato bien ajustado favorece la estabilidad, el confort y la salud del pie.
En Patukines, te ayudamos a elegir siempre la talla perfecta para tus peques. 👣

